El retorno de los ex-alumnos es una
fecha altamente significativa en el contexto del aniversario del colegio por ser una
tradición que se cumple inexorablemente cada año, donde las promociones que
en sus "Bodas de Plata" o "Bodas de Oro" desarrollan la famosa “Clase del Reencuentro”, a cargo de uno
de los profesores insignes del colegio.
La fecha se convierte en el día ansiado para quienes, desde lejos, encuentran la oportunidad de volver a nuestra Chincha Querida y estar otra vez en el seno del colegio de los años juveniles y sus anécdotas mil, que son recordadas espontáneamente en los "almuerzos de camaradería" que se realizan como corolario final del reencuentro en algún restaurante de la región..
La fecha se convierte en el día ansiado para quienes, desde lejos, encuentran la oportunidad de volver a nuestra Chincha Querida y estar otra vez en el seno del colegio de los años juveniles y sus anécdotas mil, que son recordadas espontáneamente en los "almuerzos de camaradería" que se realizan como corolario final del reencuentro en algún restaurante de la región..
Los gratos recuerdo de antaño,
que mi corazón evoca
Resulta por tanto, un lugar común, escuchar por ejemplo, “Te acuerdas del profesor
tal…” para referirse a uno de los tantos hechos que quedarían gravados cual hitos importantes en
los jóvenes alumnos; o aquella palomillada que habría sido motivo de chacota
colectiva; inclusive los famosos “chócala pa’ la salida”, frase con
la cual quedaba sellada la necesidad de liarse a golpes a la salida del
colegio, porque nunca debía hacerse en su interior por respeto al
mismo en tanto lugar sagrado que no debía profanarse con hechos de esta naturaleza, corriendo la noticia como reguero de pólvora para formar el círculo característico
en cuyo centro, cual gallos de pelea (recordamos a Valdelomar) debía
darse la confrontación, a puño limpio, no como ahora que se hace uso fácil del
arma blanca, cuando no de otro instrumento que en esa fecha era un recurso
vedado.
Del concepto colectivo al
individual
Así trascurrieron los años mozos
hasta que llega la fecha de la despedida que, como dice el vals “son tristes”, porque da fin a una etapa
escolar que tenía como característica el concepto colectivo, la idea
del grupo como elemento motor de ese período y da paso a otra donde la
responsabilidad es fundamentalmente personal, que va desde los viajes a la
capital para estudiar alguna profesión, o aprender algún oficio, o también entrar tempranamente a la actividad laboral.
En el reencuentro volvemos a la “etapa
niño”
Por eso mismo, la fecha del reencuentro
es trascendente por trae a la memoria como un relámpago, toda esa etapa de la
vida pasada, tema principal de la reunión donde todos, dejando de lado los status que podrían tenerse, retornando a las etapas de la vida escolar y otra vez aparece "la etapa niño”, que es a fin de cuentas la característica de la reunión.
Con paso marcial
El Desfile de las Promociones en ese
contexto, significa volver imaginariamente a los años mozos cuando había que
desfilar para las Fiestas Patrias a los acordes marciales de la banda de música del colegio conformando los destacamentos escolares, para lo cual se
ensayaba semanas antes, porque había que dejar bien puesto el nombre del
colegio, máxime si había que competir con los pares de otras provincias y
ganar los gallardetes del caso.
El paso y peso de los años no
quita esa emoción, como lo vemos cuando el contingente promocional debe pasar por el Palco de Honor, donde están
las autoridades del colegio y en oportunidades las autoridades políticas de la
provincia, porque como dice nuestro himno, debemos marchar “… con paso
triunfal que ha sonado el clarín de la historia y nos llama la meta a tomar… y
su nombre muy alto llevemos con ahínco, valor y tesón” (del Himno del
Colegio)