Por: Manuel Madueño Ramos
Con la degustación de una suculenta pachamanca al estilo de nuestros ancestros inkas, se realizó la Segunda Reunión de la Promoción “José Mujica Cárdenas”, alumnos egresados el año 1961 del gran Colegio Nacional “José Pardo y Barreda” de la provincia de Chincha Alta, departamento de Ica, una de las más grandes y emblemáticas instituciones educativas del Sur Chico; de un inmortal y grandioso historial, paradigma de la juventud chinchana. ¡Cuántos recuerdos se elevan en nuestros pensamientos de los días de estudiante, edad de ilusiones, color de rosa!
El reencuentro en Cieneguilla
La mañana calurosa del 11 de junio del 2011, la casa campestre de nuestro compañero de estudios Hugo Aguayo Olivares en el distrito de Cieneguilla, se vio invadido por decenas de condiscípulos de la antigua promoción. Allí los recién llegaditos de provincias y otros más veteranos por su residencia en la capital, se abrazaban efusivos después de 50 años de ausencia, cuando en diciembre de 1961 nos alejamos para siempre de nuestro colegio que nos cobijó por espacio de cinco años; de nuestros amigos de aula; parece ayer nomás que nos separamos. Allí nacieron nuestras ansias, ilusiones y esperanzas que lo cultivamos en estos cincuenta años de vida.
Para llegar a este paradigmático Centro Recreacional de Cieneguilla, muchos hicieron denodados esfuerzos para ubicar el lugar; uno por la distancia que se encuentra de Lima y segundo por la dirección un tanto difícil de localizar. Los que vinieron de Chincha, Ica y otras provincias, según me cuentan, se extraviaron porque en esta ciudad cosmopolita de la gran Lima los vehículos los llevaron a lugares desconocidos, teniendo que regresarse a sus casas. ¿Será verdad o es una justificación no justificable a su inasistencia?
Esta reunión tuvo un éxito rotundo gracias al importante papel que jugó el compañero Carlos Claros Encalada, ex –alumno del 5º Año “A”, quien como siempre se multiplicó para hacer llegar el oficio de invitación; de igual manera del Dr. Hugo Aguayo Olivares en la preparación de una sofisticada pachamanca, que en realidad estuvo sabrosísima, posiblemente preparada por una especialista en el arte culinario. Para ambos compañeros nuestras profundas y sinceras felicitaciones.
Asistentes a la reunión
Estuvieron presentes en esta histórica reunión:
- Del 5 año “A”: el anfitrión Hugo Aguayo Olivares, Carlos Baca Alcántara llegó desde Chiclayo, Orlando de la Cruz Martínez, Julio Grados Quispe, Armando Munayco Torres, Félix Posadas Cabrera, Juan Solari Ayo, William Tijero Crisóstomo;
- Del 5 Año “B”: Víctor Aguayo Olivares, Víctor Almeyda Lévano, Cirilo Barrutia Figueroa, Eduardo Carbajal Carmona, Felipe Chía Cam, Luis Matta Puga, José Munayco García, Miguel Osaki Suemitzu, Armando Palomino Guerra, Enrique Saravia Yataco, Wilfredo Saravia Yataco, Tomás Soto Martínez, Aníbal Valdez Lévano y Juan Véliz Torres;
- Del 5 Año “C”: Guillermo Arana Raymundo, Hugo Castro Bailetti, Nicanor Apolaya Almeyda, Víctor García Peña, Manuel Madueño Ramos, Juan Grimaldi Tubbs y Héctor Martínez Hernández.
La emoción de volver a entonar el Himno al Colegio
Para iniciar la reunión nos pusimos de pie para entonar entusiasmados a todo pulmón el “Himno al Colegio Pardo”. Gruesas gotas de lágrimas nos resbalaban por la mejilla recordando los felices momentos vividos en el Patio del Plantel, cuando entonábamos las estrofas de este sagrado himno.
¡Cuánta nostalgia invadió nuestros corazones y el espíritu!
Luego de este momento emotivo, se puso en la mesa de debates algunos acuerdos, tales como la insignia que debe llevar la Placa recordatoria, la confección de las medallas recordatorias, el pergamino y un recuerdo para el colegio. Todo fue aprobado por amplia mayoría.
La mesa y la sobremesa
Concluidos los acuerdos, el compañero del 5 Año “C” Juan Grimaldi Tubbs, se ofreció preparar un almuerzo para el 12 de Octubre, Día Central del colegio, lo cual fue recibido con un caluroso aplauso.
Eran las dos de la tarde y el estómago llamaba al almuerzo, a pesar que al llegar recibimos dos sánguches de tamal chinchano. Se sirvió la pachamanca y después el pisco y el vino corrieron a raudales como las aguas de las recordadas acequias chinchanas de “Ñoco” o “Pilpa” en época del verano.
A las cinco de la tarde muchos se habían olvidado de sus nombres y apellidos, pero Carlos Claros se mantenía sereno y impertérrito, haciendo recordar a los compañeros que debían abonar los gastos de la promoción.
¡Ah!!, también manifestó que se está preparando la tercera y última reunión para el 3 de setiembre en Chincha, para dicha fecha el carismático compañero Luis Matta Puga se comprometió preparar un lechón al horno. ¡¡Aleluya!!
Un chinchano que descolla
Dentro de esta pléyade de grandes profesionales, sobresale con luz propia el Ing. Químico Ciro Martínez Hernández, acólito del Padre Oliva de la Parroquia Virgen de Fátima. Al año siguiente de egresar del “Pardo”, ingresamos a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, junto con José Crisóstomo Munayco y Jesús Almeyda Crisóstomo. Antes de culminar sus estudios de Educación, siguió estudios en la Facultad de Química, graduándose de profesor y de Ingeniero Químico. Después de trabajar algunos años en el Colegio “Pedro Coronado”, viajó a Israel contratado por una Empresa Extranjera donde permaneció diez años. Ahora es Director de Proyectos de Organización No Gubernamental de Desarrollo ONG-D Investigaciones Educativas Científicas. Habla a la perfección cinco idiomas, el inglés, francés, ruso, alemán y el quechua. Honor al mérito a un pardino.
