viernes, 13 de octubre de 2017

El Pardo en la pluma del “cumpa” Donayre

Nuestro querido paisano Lauro Muñoz, excelente abogado y mejor amigo, ha colocado en las redes sociales el artículo escrito por el gran periodista chinchano JORGE (El cumpa) DONAYRE BELAUNDE rindiendo merecido homenaje al Dr. Leopoldo Carrillo Acevedo, bajo la nota “UN ILUSTRE EDUCADOR CHINCHANO, LEOPOLDO CARRILLO ACEVEDO “.

El “cumpa” Donayre ha sido un periodista y escritor de nota, “hombre finamente sensitivo que capta impresiones y expone frecuentemente con emoción”, a decir de Fernando Romero; y es así como el buen Lauro, entendemos que con la acuciosidad del letrado que busca afanosamente la jurisprudencia para la mejor fundamentación de un escrito, ha encontrado esta nota publicada en 1966 en la Revista “IDEARIO CHINCHANO“ y que colocamos en el blog para rememorar su pluma a propósito del aniversario de nuestro querido Colegio Pardo.

UN ILUSTRE EDUCADOR CHINCHANO, 
LEOPOLDO CARRILLO ACEVEDO 

Por: Jorge Donayre Belaunde

Él amaba mucho a la tierra. El educó no menos de treinta promociones de jóvenes chinchanos. Él fue maestro en la dura, esforzada, tierna y vital hondura del vocablo. Y porque tendió el bien y la virtud generosamente en la apostólica misión de enseñar, vuelve al seno de su tierra recibido triunfalmente por su pueblo.

Leopoldo Carrillo Acevedo, ilustre maestro chinchano falleció en esta capital, hace veinte años. Y desde entonces, la Gran Unidad Escolar ‘’José Pardo y Barreda ‘’, los ex -alumnos de este plantel, los discípulos de Carrillo Acevedo, en suma todo el pueblo de Chincha, habían estado reclamando que los restos del inolvidable educador fueran traslados a esa tierra.

Sus hijos: Vicente y Augusto Carrillo Huici, ofrecieron que en el momento oportuno se haría el traslado. Y mañana serán conducidos a Chincha para recibir final sepultura en el Cementerio de esa ciudad y en el mausoleo que le ha mandado erigir la Promoción Pardina de 1936 que lleva el nombre de Don Leopoldo, los restos de este hombre ,preclaro ciudadano que está tan ligado al recuerdo, la emoción y la gratitud de las juventudes chinchanas.

Los hijos han cumplido el último deseo del maestro, expresado momento antes de expirar en Lima. La vuelta a la tierra. El retorno al surco germinal. Pero es este regreso acongojado y silencioso, una vuelta en triunfo al agradecido corazón de su pueblo. Porque Carrillo Acevedo, que fue cincuenta años maestro, arquetipo de su profesión, desde mañana reposara bajo el tibio cielo de primavera de nuestra tierra, cerca de aquel colegio y de aquellas aulas, donde por espacio de un cuarto de siglo, infaltable a su horario, impartió la buena simiente de la enseñanza.

Murió en Lima, pobre pero hidalgamente como correspondía a su estilística cervantina de la vida. El representaba al maestro provinciano, olvidado por las urgencias centralistas de una educación pública que aún no encuentra renglones, más allá de la cuestión puramente presupuestal, para enaltecer su hermosa condición humana. Su papel preponderante en la formación educativa y cultural del pueblo y su rol histórico de formador de una auténtica conciencia peruana.

Y como la mayoría de los maestros provincianos su única riqueza la constituían el amor de sus hijos, el respeto invariable de sus discípulos y los viejos textos de enseñanza, como aquellos sus tres libros de Malet con los que enseña la historia.

Volver el recuerdo de aquellos días en el Colegio Nacional Pardo de Chincha, trae al alma un recóndito agitarse de sentimientos. Nuestra madre lejana y fallecida hablándonos cerca al patio de la casa sobre las obligaciones escolares. Los árboles amigos, como aquellos morados jacarandás guardianes celosos de la puerta del Colegio, y los magnolios de enfrente, propicios para las ‘’vacas’’ en serie y sin remedio. Pero es volver al aula y la pizarra plomiza y el garabateado pupitre y a la mota traviesa y voladora. Al desteñido mapa y los cuadros de los Incas y el asesinato de Pizarro. El globo terráqueo y el amarrillo y filosófico esqueleto, pendiendo de una cuerda su final anatomía. Es volver a los antiguos maestros, ---- Ronceros y Tasayco, Burga y Arboleda, la Srta. Tello y el Inspector Moyano. Y allí en medio del aula, sobrio, con su aristocrático cuello duro de maestro antiguo. Don Leopardo recitando a Espronceda, leyendo en voz alta aquel pasaje de El Quijote, que más le gustaba, en que el señor de La Mancha se armó Caballero. Emocionalmente con el reto heroico de Leónidas frente al desastre de Las Termópilas. Declamando en un tiempo en que aún tenían vigencia en el cielo, las melancólicas golondrinas de Bécquer.

Chincha, benemérita provincia de la patria, recibirá mañana los restos de uno de sus más ilustres hijos. Será el homenaje del pueblo a los maestros. Y en esta hora de recuerdo, el mejor elogio que quisiera recibir de Don Leopoldo es que él, con su gran corazón, calificara regular estas cuartillas escritas por su alumno periodista.

J.D.B.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Recordando a los CRIOLLOS CHINCHANOS DE ANTAÑO. "JARANON CHINCHANO "

Recordando a los CRIOLLOS CHINCHANOS DE ANTAÑO.
"JARANON CHINCHANO "

Escribe: Dr. Lauro Muñoz Garay
Como buen trovero
a nuestra " TIERRA AÑORADA"
rendistes tributo,
Maestro LUIS GALVEZ RONCEROS.
Para luego TASAYCO SOTO
recordarle al Peru entero,
que entre sus blasones " CHINCHA ES CUNA DE CAMPEONES ".
Y el doctor ERASMO DIAZ YUIJAN, con mucha filosofía
nos hace una " SINCERA CONFESION", que realmente es
un mensaje al corazon.
No existiría bella canción,
si tan buena letra, mensaje y poesía, no contara con un buen acompañamiento.
Gratos recuerdos, cargados de emoción y sentimiento, 
arte y talento del gran PABLO CHUMBIAUCA, quien con Alejandro " EL CHOLO TORRES ", nos obsequiaban sus criollos acordes.
El gran " CHETO " y "Don ALBERTO MUSSO
Maestros de la guitarra,
que tanto se emocionaban
cuando tenian a su lado a don MOISES CORONADO.
En el cielo afina DON
CARLOS ITURRIZAGA su preciosa mandolina.
Realmente ¡ Jarana de los reyes !
la que hace NOLBERTO REYES,
que haciendo honor a su apellido, canta como tal ¡ sin igual !
Si de CHINCHA y de CRIOLLISMO se trata.
No tendriamos perdon
si no recordamos y aplaudimos
al maestro JAVIER " MOTA " MUNAYCO y a don PEDRO PABLO LEON " EL GRAN JAPON "
¡ QUE TAL JARANON!

viernes, 7 de julio de 2017

El día del maestro

Desde 1953, los peruanos celebramos el 6 de julio el “Día del Maestro”. La fecha corresponde a la la fundación de la primera Escuela Normal de Varones, un 6 de julio de 1822, aun cuando desde los tiempos del Tahuantinsuyo existen las palabras “yachay wasi” y “amauta”.

El yachaywasi (en quechua: yachay wasi, “Casa del Saber” era el lugar en donde los varones adolescentes de la nobleza incaica eran preparados con los conocimientos necesarios para la administración y el gobierno , enseñanza que estaba a cargo de los amautas, los maestros o sabios del imperio.

Diremos en adición, que revalorando este concepto, este nombre que tenían los maestros en la época del incanato, es utilizado actualmente por el estado peruano para otorgar la condecoración máxima (Grado de “AMAUTA”) a todo profesional que en su labor educativa ostente una trayectoria académica y profesional de excepcional relieve, cuya obra haya contribuido notoriamente y con impacto evidente a la consecución de los fines generales de la educación, y que sea considerada un aporte significativo a la educación, ciencia o cultura del país.

Trascendencia del maestro en la sociedad.

El tránsito de país subdesarrollado a desarrollado se basa objetivamente en indicadores, siendo uno de ellos la tasa de analfabetismo. La pregunta que cae de madura es ¿y quienes asumen esa histórica tarea? La respuesta resulta obvia: El Maestro.

Esa labor de alfabetización que inicialmente puede significar aprender las primeras letras va más allá, pues el proceso educativo nos lleva también a la adquisición de ideas y conceptos que servirán para tomar decisiones en nuestras vidas.

Los que vivimos en el mundo citadino no siempre logramos entender desde la ciudad lo duro que puede ser este proceso en el interior de nuestra patria, un país de diversidad cultural, lingüística y con brechas económicas, que genera inequidades también en el campo de la adquisición de conocimientos, debido entre otros factores a las condiciones de infraestructura inadecuadas de los colegios de ese “Perú profundo” que solo sirve a los políticos para sus discursos demagógicos, pero no pasa por una real valoración del personaje central de este proceso, es decir el maestro peruano.

El compromiso de los maestros con su misión a pesar de las dificultades

Visto en retrospectiva y con ojos de egresados de las escuelas, encontramos que aquello que grafica excelentemente en sus décimas el gran Nicomedes Santa Cruz, señalando el perfil del estudiante juguetón, que se desconcentraba en las clases y que obligaba a que el maestro utilizara como estrategia didáctica métodos que hoy serían considerados como bullyng, pero que correspondes a una época donde esto tenía el visto bueno de los padres.



Los tiempos han cambiado, vivimos la revolución científica y tecnológica, donde la megatendencia de la información ha cambiado conceptos clásicos, pasando de la biblioteca Gutenberg a la biblioteca virtual que debe obligar al estado a mejorar la infraestructura de los colegios y capacitar a los maestros para que puedan asumir estos nuevos retos del proceso educativo.
No hacerlo provoca un retraso en la escuela pública que hasta hace unos años era pionera en la educación, superando largamente a la escuela privada.

Homenaje a mis maestros

Finalmente, voy a permitirme en esta fecha rendir homenaje a los maestros que influyeron en el curso de mi vida para lograr ser el profesional que soy. Así desde la profesora Rosalía que me enseñó “el cartón” con el cual mi generación aprendía las primeras letras, luego a los profesores del Colegio N° 563 de la provincia de Chincha donde cursé los estudios de primaria y finalmente del glorioso Colegio Nacional José Pardo y Barreda del cual acompaño el post colocado anteriormente en mi blog.







domingo, 4 de junio de 2017

04 de junio - Día de la Cultura Afroperuana

Esta mañana en la sobremesa del desayuno, al abrir mi Facebook encuentro en el muro de mi sobrina Guadalupe Magallanes una nota en la que nos hacía recordar que hoy 4 de junio se celebra el “Día de la cultura afroperuana”.


Ella forma parte de la “zambocracia” de la familia. “Quien no tiene de inga tiene de mandinga” diría don Ricardo Palma, aquel costumbrista tradicionalista, uno de los literatos más reconocidos del continente americano, quien al parecer recoge este dicho de los mulatos limeños de la colonia y que también aparece en la comedia costumbrista “Un juguete” de Manuel Ascencio Segura (1885), donde uno de los  personajes dice: “… mi hija no tiene … ni de inga ni de mandinga…”

Día de la Cultura Afroperuana

Desde el año 2006 el Congreso declaró el 04 de junio esta celebración a través de la ley N° 28761, por lo que el Ministerio de Cultura desarrollará en esta fecha una serie de acciones orientadas a la visibilización, reconocimiento y generación de políticas públicas a favor de la población afroperuana.

La fecha corresponde al día que nació Nicomedes Santa Cruz Gamarra, uno de los grandes exponentes de la cultura negra en el Perú, cuyas décimas abordaron alegrías y tristezas de la comunidad afroperuana y  jugaron un papel decisivo en la construcción de la identidad de la raza negra en América Latina.

Una de los morenos de Chincha

No voy a tocar el racismo y no otros temas ingratos en esta fecha, pues “el mundo negro” es reconocido como parte del folcklore afrochinchano. Prefiero entonces colocar algunas notas como la del nuestro comprovinciano Antonio Gálvez Ronceros en “Monólogo desde las tinieblas” quien nos presenta en su obra una cosmovisión de los negros de Chincha, donde los protagonistas usan su propio lenguaje, su modo de pensar y otros atributos que los identifican en la sociedad peruana.

"Un negro iba contando a otro negro un percance que
había tenido. Decía:
-Y te juro que me diuna cólera, ay peruna cólera
que no se me pasaba.
-Oye, ¿y cómo e la cólera? -dijo el otro.
-La cólera e como mascá piera, como mascá arena..."



jueves, 4 de mayo de 2017

Ex-alcalde de Chincha, abandonado y enfermo al borde de la su muerte

Escribe: Manuel Madueño Ramos

         Nicanor Apolaya Almeyda, uno de los alcaldes más carismáticos del pujante distrito emergente de Sunampe, provincia de Chincha Alta, se debate hoy en el más triste abandono y olvido, confinado en una casa de campo construida a base de quincha y barro en el lugar denominado Lomo Largo, distante varios km de la Chincha. Para llegar tenemos que cruzar acequias, chacras de cultivo; ingresar por un callejón de tierra guarnecido por muros de adobe cubiertos de enredaderas y plantas rastreras. A nuestra llegada algunos perros de las casas vecinas saltaron ladrando furiosamente, tal vez pensando en asaltantes o ladrones que pululan por esos lugares a cualquier hora del día y llevarse todo lo que encuentra a su paso.

       El domingo 23 de abril del 2017, primero lo buscamos en su vivienda del Jr. Junín de Chincha.. No lo encontramos y por un dato que nos alcanzó una señora, nos dirigimos a Lomo Largo al lugar indicado en compañía del compañero de estudios José Crisóstomo. El taxi enrumbó por la Panamericana Sur e ingresó por un callejón entre arbustos y casuchas desperdigadas. Cruzamos una gran plaza desértica, el sol calcinaba el cráneo y la piel cambiándolos a un color aceitunado. Nos detuvimos frente a una inmensa casa de adobe. Nuestro acompañante se adelantó y preguntó a un anciano sentado al fondo de la sala parecía perderse. Era el mismísimo Nicanor, con voz ininteligible dijo, soy yo ¿Qué quieren?.

     Parecía increíble lo que nuestros ojos veían. Era Nicanor sentado en una silla desarmada, avejentado por el paso de los años, con taciturna mirada, pensando si soñaba o era cierto que estábamos a su lado. ¿Estaba solo? Completamente, en una casa abandonada, sin ninguna compañía, esposa, hijos o alguna persona que hiciera amena los últimos días de su existencia. Está enfermo y muy enfermo, sus manos temblaban como hojas llevadas por el viento, su voz difícilmente articulaba  las palabras, pero recordaba nítidamente los hermosos momentos de cuando era estudiante en el emblemático Colegio Nacional "José Pardo y Barreda" egresado en 1961 Promoción "José Mujica Cárdenas", un recordado maestro.

      Nico, como familiarmente lo llamábamos era un generoso joven, jovial y con su voz ronca atraía a sus compañeros de aula. Concluido sus estudios en el Pardo ingresó a la Universidad Nacional de Educación de la Cantuta, Lima, pero siempre se daba un tiempecito para visitar a los amigos de Promoción que estudiaban en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Graduado de distinguido profesor volvió a su tierra natal para volcar sus conocimientos en los estudiantes. Trabajó en el Instituto Pedagógico de Chincha, los sábados iban con sus amigos al distrito de Grocio Prado jugar villar. Y así fue pasando los años hasta que se hizo de una carga familiar, tuvo hijos y se dedicó educarlos que sean ejemplo de la sociedad.

     Esa mañana nos contó algunas anécdotas de su vida. Dijo, de estudiante promulgaba con el Partido Aprista Peruano, pero terminó siendo de Izquierda Unida. En las elecciones de 1985 solicitó a los jerarcas del APRA de Chincha para lanzarse como candidato por el partido. Carlos Medrano Arancibia, Secretario General lo negó tajantemente manifestando que el candidato sería un compañero conocedor en política, él era un joven inexperto con conocimientos mediáticos del partido. Nico se dio cuenta que lo estaban marginando por ser hombre de campo, alejado del pueblo, sin los pergaminos del decadente partido que se ahogaba dentro del favoritismo de un Presidente aprista quien dijo "la plata llega sola". Nico se lanzó apoyado por los jóvenes y triunfó rotundamente contra viento y marea.

     La historia de los pueblos lo suelen escribir los gobernantes que aman de verdad al suelo donde nacieron, que son los suficientes como para acoger la totalidad de un momento de esa historia. Y aquí vamos a hablar no de aquéllos hombres que después de la batalla mueren en la guerra, sino de  los que enarbolan y batallan para que el país y sus pueblos se transformen; aquéllos que logran representar las fibras más profundas y llegar al corazón de cada integrante de una colectividad. Son sujetos históricos que sintetizan un momento especial, en los que confluye toda una trayectoria y explican lo que ahora somos. Ese es Nicolás Apolaya, hijo de un humilde campesino que se hizo hombre a base de esfuerzo e inteligencia.

     En las BODAS DE ORO de la Promoción 1961"José Mujica Cárdenas", fue miembro de la Junta Directiva de la festividad junto con Armando Palomino Guerra, Enrique Saravia Yataco, Luis Claros y otros. En esa fiesta Nicolás estuvo en primera fila, desfilando y llevando en alto la Banderola de la Promoción, mientras Armando Palomino el Gallardete que ganamos como la sección de mayor rendimiento y disciplina de las tres secciones. Nosotros estábamos orgullosos de nuestro paladín porque así nomás no surgen personajes que dan prestigio y honor no solo al Colegio donde estudió sino a la provincia de Chincha. El desfile de todas las promociones se realizó en la Plaza Mayor frente a la Municipalidad, luego fuimos a degustar la rica carapulcra chinchana, el famoso "mancha pecho".

     Y nuestro héroe no debe morir de esta manera, olvidado por sus hijos, por su esposa y por aquellos seres que un día dijo amarles. No debemos olvidar cuando fue alcalde del populoso distrito de Sunampe, obsequió un millar de ladrillos para la construcción de la piscina de su alma mater el Colegio Nacional "José Pardo y Barreda". Y lo cumplió con creces. Esta clase de gobernantes necesita el Perú, pero desgraciadamente son pocos, pero son. Que la ingratitud no continúe en ningún corazón chinchana, abandonando a las ex-autoridades que un día dirigió los destinos de nuestra sociedad.


Gratitud al profesor Nicolás Apolaya Almeyda. 

¡¡¡FUERZA MI ESTIMADO NICO!!!






viernes, 14 de abril de 2017

Historia del Señor Crucificado de Chincha

RECUERDOS DE SEMANA SANTA
Historia del Señor Crucificado de Chincha

Por: Dr. Lauro Muñoz Garay

Refiere la historia que cada mes de Octubre, decenas de Chinchanos viajaban en peregrinación a la ciudad de Ica para rendirle culto al Señor de Luren, lo que aparte de las incomodidades del viaje, les acarreaba fuertes gastos y pérdidas de días de trabajo, por lo que decidieron esculpir una esfinge del señor similar a la de Ica y obsequiarla al Templo Santo Domingo de Guzmán.

Con este propósito se dieron a la tarea de buscar un árbol de olivo, el que fue elegido por los feligreses devotos Chinchanos del Señor de Luren.

Señalado el árbol de la tarde del 24 de Octubre de 1908, se constituyó una nutrida concurrencia de devotos y mayordomo al hogar de los referidos esposos y les hicieron conocer el motivo de su visita y a cuyo requerimiento Don Pedro Napa de inmediato accedió y acto seguido se procedió a talarlo, sentándose un acta en este hecho. En dicho documento consta que siendo las 4 y 30 de la tarde se inició la tala de este centenario olivo.

Dos horas y media tardaron en dejarlo completamente limpio y listo, para que entrara en funciones el escultor chinchano DON MANUEL ORTIZ, quien tomaría cerca de un año para esculpir la imagen del Señor Crucificado que profesionalmente recorre las calles de Chincha el Jueves Santo y el mes de Octubre.

Mientras se ejecutaba la obra, los devotos reunidos en la casa del señor Lorenzo Villalta, procedían a fundar la cofradía, hoy constituida como la hermandad como la hermandad del señor crucificado de Chincha y el 10 de Enero de 1909 quedaba instalada su primera junta directiva.

Terminado el madero y la escultura de la esfinge, se procedió a construir el anda.

En estos días de serena reflexión por el padecimiento y muerte de JESÚS en la Cruz, recordando sobre la historia de nuestro Señor Crucificado de Chincha encontré esta breve historia que pongo a vuestra consideración.

El escultor don MANUEL ORTIZ MARTÍNEZ nació en Chincha, fue hermano de doña Andrea y de doña Agripina Ortiz Martínez, mi Abuela, madre de mi señora madre doña Blanca Garay Ortiz, que a su vez fue hermana de doña Teresa Garay Ortiz, a quien se le encargo en más de una oportunidad la restauración de nuestro señor crucificado.


Precisamente en honor de la Familia Ortiz se denomina el Pasaje ubicado en la avda. Andrés A. Cáceres.