Promoción se prepara para las Bodas de Oro
SE REUNIRÁ EL 17 DE SETIEMBRE EN CHINCHA
Por: Manuel Madueño Ramos
La Promoción 1961 “José Mújica Cárdenas” del histórico Colegio Nacional “José Pardo y Barreda” que cumple 50 años de haber dejado las aulas pardinas se reunirá el 17 de setiembre del 2011 en un almuerzo de camaradería en la ciudad de Chincha Alta.
El ágape está organizando por el Coordinador Carlos Claros Encalada, contando con la gentil cortesía de nuestro paradigmático compañero de estudios Luis Felipe Mata Puga, quien con su sensibilidad de buen “Pardino”, no escatima tiempo, esfuerzos ni dinero cuando se trata de reunir a sus condiscípulos.
Esta reunión de confraternidad “Pardina” se llevará a cabo el día señalado, a las 12.30 pm. en la calle Grocio Prado Nº 123 Chincha Alta. Se degustarán DOS LECHONES AL HORNO, salpicadas con buenas garrafas de pisco y el infaltable vino chacra chinchano, recién enjuagadas de la botija centenaria de la Bodega “Atúncar”, como preludio de la evocación de un año más de la primera Institución Educativa de la provincia de Chincha.
Antes del almuerzo se realizará una Asamblea de Coordinación, dirigido por la Junta Directiva de la Promoción, donde se informará las actividades a realizarse el día de las Bodas de Oro. De la misma manera recibirá los planteamientos y sugerencias de los asistentes. Se pide que los integrantes de esta promoción asistan acompañados de sus respectivas esposas, para casos de emergencia. Salvo error u omisión.
Pequeña historia del colegio
Al Colegio Nacional “José Pardo y Barreda”, lo conocimos con ese nombre y así lo conocieron nuestros padres, quienes también estudiaron en sus aulas. El proyecto de creación lo presentó el diputado por Huancavelica Juan Manuel Torres Balcázar, cristalizándose por Ley Nº 2560 el 12 de octubre, aún cuando otros dicen el 13 de noviembre de 1917, siendo Presidente de la Cámara de Senadores el Sr. L. C. Bernales; Presidente de la Cámara de Diputados el Sr. Juan Pardo y Secretario del Senado R. J. Lanata. Se promulgó el 20 de noviembre por el Presidente don José Pardo y Barreda.
Las puertas del plantel se abrieron para los alumnos los primeros días del mes de mayo de 1918, asistiendo 24 alumnos del nivel primario. Las primeras clases se iniciaron en la calle Lima, en la mansión del Sr. Manuel Lena, después de un tiempo pasó al domicilio de don Manuel Allegranza, sito en la calle Los Ángeles. Antes de crearse la institución, la enseñanza se impartía en locales de albergues, porterías de conventos de frailes, casas municipales y claustros conventuales; generalmente enseñaban los curas o preceptores contratados por las Municipalidades, por cuatro o cinco meses.
El primer Director del Plantel, que marcaría un hito en la historia del pueblo chinchano fue el Dr. Luis Gálvez Chipoco, el mismo que una vez que se hizo cargo de la Dirección congregó a las autoridades políticas y representativas del pueblo chinchano para buscar apoyo el financiero - económico y construir las aulas.
El 10 de junio de 1918, el Director volvió a reunir con las personas más importantes en la casa del Subprefecto de la provincia. Ese día histórico don Juan de Matta Mármol se levantó de su asiento y dijo que donaba 1,943 m2 de terreno de su propiedad, lo mismo hicieron los señores Pachas, Torres y otros chinchanos que la historia ha sido ingrata en registrar sus nombres, lográndose de esa manera tener un área de 12,000 m2. El siguiente mes 10 de julio se firmó la Escritura Pública de Donación. Este documento fue enviado al Dr. Ricardo L Flores, Ministro de Instrucción (Educación) para que otorgue una partida presupuestal para construcción. El 5 de setiembre del mismo año se inició la licitación de la obra.
La Junta Económica del Colegio Pardo, conformada por ilustres ciudadanos, en sesión solemne aprobó por mayoría el presupuesto presentado por el Sr. Agustín Ferrari por la suma de 3,069.09 libras de plata. El 7de setiembre del año de 1918 el Director del colegio presentó ante la Junta Económica el plano integral de la estructura del plantel.
Primera piedra
El 12 de octubre de 1918 se congregaron las autoridades política y educativas, como el alcalde Dr. Felipe Deffaut y otras personas importantes de la provincia. Esa mañana se limpiaron el terreno de las malezas y plantas silvestres, colocando la primera piedra. Después se hizo el trazado de la avenida que uniría con el pueblo y al concluirse se inauguró la avenida “Pardo” donde hizo uso de la palabra el Director y el “preceptor” Hermilio Castilla a nombre del magisterio. Así mismo se sembraron las primeras palmeras, donadas por el diputado Guillermo Mármol. Al final de la ceremonia, el señor Abelardo Alva Maurtua, el primer secretario del plantel, redactó el acta de lo acordado en este histórico día, quedando como fecha de su aniversario.
Para la construcción de la tan ansiada obra, el Presidente de la República Dr. José Pardo estableció un impuesto por quintal de algodón a exportarse por el puerto Tambo de Mora, después un gravamen al vino y a la viñeda que se elaboraba en Chincha. Con esta garantía la Junta Económica hizo un préstamo del Banco de entonces, por la suma de 4,000 libra de oro. La estructura del colegio quedó terminada el 10 de abril de 1920. Tenía una hermosa fachada de estilo renacentista que hacía evocar viejas casonas coloniales de Lima.
La inauguración de este magnífico colegio se realizó la segunda semana del mes de abril de 1920. La bendición de las aulas, estuvo a cargo del párroco de la provincia el Reverendo Padre Morales. Asistieron a esta formalidad los Senadores por Ica: Juan Alfredo Picasso y Fernando Castillo; y la asistencia de 60 alumnos de Educación Primaria y 18 alumnos de Educación Secundaria.
Desde entonces el “José Pardo y Barreda”, se constituye es el ALMA MÁTER de los alumnos de los alejados pueblos de Pisco, Chincha, Cañete, Yauyos, Huaytará y Castrovirreina, provincias de Ica, Lima y Huancavelica. En sus aulas se forjaron el crisol de los hombres que dirigieron y dirigen los destinos del Perú. En estas horas sublimes, que la casa “paterna” cumple el nonagésimo cuarto año de sus fiestas jubilares, nos rendimos a sus plantas, como símbolo de gratitud y agradecimiento. Los que ingresábamos al colegio por primera vez, sentimos el peso de una tradición. Han pasado más de 50 años de haber egresado, bebiendo el néctar de la sabiduría, y al mismo tiempo somos testigos vivientes del fin de una era, que nunca se eclipsará.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario